DF Lab Opinión/ Códigos de ética en la era de la AI

En estos días, el correcto uso de la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en un eje central para las empresas que buscan aprovechar sus beneficios sin comprometer la integridad o la privacidad. Nos encontramos en un momento crucial en el que la IA no solo está transformando la forma en que trabajamos y tomamos decisiones, sino que también exige una reflexión sobre cómo garantizar su aplicación ética y responsable.

 La ética, definida como el conjunto de normas que rigen la vida de las personas en cualquier ámbito, es un pilar fundamental en la integración de la IA en nuestras vidas. En HubSpot, entendemos que la ética, la tecnología y la Inteligencia Artificial deben ir de la mano. Por esta razón, hemos desarrollado un código de ética para el uso de la IA que se basa en seis principios fundamentales.

 El primero de estos principios es la seguridad, asegurando la protección de la información de clientes, empleados y prospectos. La privacidad también es crucial; los usuarios deben estar protegidos de filtraciones, cumpliendo con las leyes globales de protección de datos personales.

 La transparencia se vuelve esencial en el uso correcto de la IA. Es necesario explicar y hacer comprender a los usuarios cómo se recopilan y procesan los datos, fortaleciendo la confianza en estas herramientas y generando una relación de doble vía entre sistema y usuario.

 En el contexto chileno, el informe "End of Year: perspectives 2023" de HubSpot revela que el 92% de las empresas encuestadas utilizan IA, destacando su contribución en términos de ventas y marketing durante el año. Soluciones como ChatGPT (77%), ChatSpot (25%) y Synthesia (19%) se posicionaron como las más prominentes en el estudio.

 Este escenario empresarial señala una tendencia clara: la IA se perfila no solo como una herramienta clave, sino como un aliado esencial para mejorar la eficiencia y potenciar el crecimiento en un mercado en constante evolución. El 65,2% considera crucial invertir en herramientas tecnológicas para el 2024 con el objetivo de alcanzar metas establecidas.

 El auge de la IA apenas comienza y su integración requiere un manejo prudente y ético, donde cada actor, desde los usuarios hasta las empresas creadoras de plataformas, asuma la responsabilidad de su correcto uso en beneficio de la humanidad. En este sentido, los Estados y las entidades públicas también deben desempeñar un papel clave al garantizar la seguridad y rendición de cuentas en el ámbito digital.

 La integración ética de la IA es un camino que demanda colaboración y compromiso de todos los actores involucrados, buscando su aplicación para el bienestar general y el progreso responsable en la era de la transformación digital.

 El boom de la IA apenas comienza, y como toda transformación generacional, debe ser navegada con cuidado, y, especialmente, con un uso adecuado pensado en el bienestar general, y todos tenemos responsabilidad en la consecución de objetivos; desde las personas, encargadas de hacer un uso adecuado de las herramientas en pro de la humanidad, pasando por las empresas usuarias quienes deben cuidar la forma que actúan, y llegando a las empresas que crean este tipo de plataformas, quienes deben propender ser transparentes en la forma de actuar y en la forma de explicar